domingo

querido clima, dos puntos

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si seguís dándome sol y lluvia en los días en los que me mejor me cae, te vas a convertir en el nuevo amor de mi vida.
no seas como todos.
no me abandones porque te da miedo que te quiera.


atte,
mi adolescente despechada.
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desorden

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mi habitación es un quilombo.
no encuentro ni mi corazón.
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lunes

el mundo puede esperar

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Cinco días de Apocalipsis en mi  ventana fueron la mejor terapia para tanto dolor. Si el mundo se cae a pedazos, me siento acompañada.

Siempre elijo el invierno para sentirme mal. Soy un cliché de colores y sonrisas en verano, y grises y lágrimas en el medio de la niebla matinal.

Ah, esperá. Este verano también lloré. 
Por lo mismo que lloro hoy, el invierno pasado y el anterior. 
Este verano lloré por vos. Como lloro hoy. 

Y en realidad siempre lloro por mí. También el invierno pasado y el anterior.

Dolor, dolor. De que se acabe lo que nunca empezó.

Yo caminaba pensando en no pensar nada con vos. Y cuando me di cuenta, vos ya habías pensado tanto que te fuiste a descansar la mente, solo, a un rincón. Y no me dejaste ni tu cuerpo.

¿Tendría que explicarte cada caricia que no me dejaste darte? No creo que ni una maldita palabra pueda devolvernos la liviandad que sentimos una, dos, tres y mil veces, con tus ojos en los míos, y los planes en un cajón.

Espero que no salga el sol muy pronto. Tengo miedo de que vuelva a quemarme con el recuerdo de tu emoción puro color, de tanto verano y de tanto sillón. de tanto de lo que no hay hoy.
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soy yo

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me gusta lo que soy cuando estoy sola. es como volver a ser vos  y nada más que vos (hasta la victoria siempre).

no sola en el mundo. más bien sola con extraños. sola en la vida, el día a día.

esos momentos en los que no te define nada más que lo que sos.

el que te ve esperando el bondi te saca la ficha únicamente por lo que vos transmitís. no sabe tu nombre, ni tu edad, ni tus gustos, ni tus disgustos, ni tus sueños, ni tus pesadillas. no sabe de dónde venís. y mucho menos a dónde vas. pero seguro, casi sin darse cuenta, cuando aparece así como protagonista de tu escena y vos de la suya, construye en su cabeza un argumento de tu existencia. y vos te armás uno de la suya.

todo lo que no saben el uno del otro es accesorio.

somos ese instante minúsculo en el que no nos podemos esconder. ese instante mayúsculo en el que no sabemos nada del otro pero lo vemos con rayos laser de sensación.

cuando creés que si ese extraño te lo preguntara, podrías explicar el argumento de tu existencia sin dudar, 
ahí, 
en ese instante, 
,
,
sos vos
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hipotético deductivo

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si llueve con sol, se casa una vieja.
hoy llueve con sol, y eso me hace sentir mejor.
¿será que soy una vieja que se quiere casar?
¿o me pone contenta ser joven y no quererme atar?
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SOS

¿sos
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el aire?

¿sos
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el sol?

¿sos
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las ganas de un domingo en el pasto?
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¿sos vos?
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¿me ves?
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jueves

dale cuerda

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ya es la tercera vuelta que veo completarse del segundero rojo que tiene mi reloj despertador (que nunca me despierta). un amigo me lo dejó de regalo con su habitación.
yo lo miro fijo como si en ese tic-tac pudiera encontrar todas las respuestas a todas tantas mis preguntas. 
por momentos quiero saberlas todas y por otros me dan ganas de mandar todo a la mierda.
y volver a mi reloj. preocuparme de nuevo por mis egos y sólo por mis egos.
no esperar nada más de nadie.
bajarme en esta estación.
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