lunes

en chiquito

*
extraño los besos. extraño las manos. escribo chiquito porque escribo de adentro. porque siento cómo cada palabra que nace en el papel, golpea primero en el pecho, en mi pecho. porque me habla el pie, me habla el cuello, me hablan las piernas, las orejas y las manos. me habla la espalda, que extraña el abrazo, el apoyo en ese lugar donde descansar la vida, donde descansar la vista, donde relajar la mente.

extraño los dedos entrecruzados, las risas de a dos, que me pique la naríz. extraño sentirlo, extraño vivirlo. extraño la sinceridad, el despojo de posturas, el juego por diversión. la realidad de lo sentido. extraño las cosas claras, la satisfacción constante. extraño tenerte, tenerme en vos, tenernos afuera. extraño lo blanco y lo negro, sin demasiados grises. no te extraño a vos, porque vos no sos. no tengo vos.
y eso también lo extraño.


extraño no hablarte. extraño pensarte. extraño mirarte, encontrarnos entre medio de un sinfin de estímulos y que sólo nos importen dos. extraño sentirlo, extraño saberte, extraño quererte. extraño no verte. extraño extrañarte. me extraño a mí misma en una realidad más que propia. extraño sorprenderte, extraño moverte, extraño buscarte. extraño encontrarte.

te extrañan mis labios, te extrañan mis ojos. te extraña mi pelo, mi nuca, mi espina dorsal y mi alma. te extrañan mi axila, mi empeine y mis rodillas. te extrañan mi ombligo y mi ingle. mis uñas, mi piel, mi pera y mi nariz.
te extrañan.


te extraña mi deseo.
extraño tu deseo.
extraño estar sola de a dos.
extraño pensar un mundo con otro que piense el mundo conmigo.

*
*
*

sábado

yo, tú, él

*
Sus cuerpos se encontraban cuando los nuestros sólo estaban ahí.

Se enfrentaban.
Se buscaban.
Se miraban. Se escuchaban. Se deseaban.
Se escondían.
Nos bloqueaban.

Me bloqueaban.
Me chocaban.
Me callaban. Me ignoraban. Me tapaban.
Me marcaban.

Sus cuerpos se unían y se desprendían del mío. Y eso me dolía.
Me jodía.
*
*
*

lunes

viaje

*
estar allá
es sólo otra forma
de
estar acá
*
*
*

martes

estado

*
Estoy avanzando desde ahí.

Fue el punto de partida de un camino distinto. La paz. Hoy la siento como ese día.
Hoy no hay micro que me lleve, porque me bajé del micro.
Hoy no espero que se termine, porque está recién empezando.
Hoy me siento tan segura de la vibración como en ese momento de despojo absoluto del deber.
Hoy vivo allá, porque vivo donde yo quiero.
Mi techo es una carpa, mi cama es el suelo, mi abrazo es la presencia y mi sueño es no dormir.
No escribo de lo que fue, porque pienso en lo que puede ser.

Me reencuentro desde ahí.

No me importa si murió, no me importa qué pasó, no me duele si no está. El transcurso no me cambió.

Y si lo hizo, fue para llegar a este estado. Mi estado.

*
*
*