con los dientes apretados

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¿Vos creés que esto es un juego?

¿Por qué?

¿Creés que lo único serio es lo que hacés vos porque usás tacos altos y saco de pana? ¿Porque te pintás como si fueras de porcelana?

¿Sos seria porque sos de porcelana?

No entendiste todavía que mover sensaciones es mucho más serio que sumar y restar numeritos que sólo existen porque vos misma los creaste para analizarlos.

¿No lo entendiste?

No entendiste todavía que una persona es carne, es hueso, es piel, es célula, es sonido, es todo eso cuando la tenés cara a cara, mano a mano o voz a voz. Y eso es serio.

Tu cara de bulldog, tu queja constante, tus prejuicios y determinismos impuestos no son serios. Me río de todo eso. Me causa gracia tu cara estéril a la realidad. Me resultan hilarantes tus labios rectos, siempre rectos, aunque se crucen con una caravana de sensaciones y cosquillas despreocupadas. Porque la risa es seria. Porque elegí la risa como combustible para mi camino, y aunque hoy con tu planitud de expresión me estés invadiendo y yo sienta que me estoy volviendo igual de plana, ya entendí que no hay formalidad que me haga más feliz de lo que yo misma pueda hacerme con una buena dosis de alegría.

Porque te creíste eso del progreso y no entendiste todavía que el único crecimiento que te va a hacer sonreír con seriedad, con verdad, con sensación, es cada escalón que sumes a tu persona, para arriba o para abajo, a la derecha o a la izquierda; cada nuevo aprendizaje del espíritu.

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