viernes

Tiempo para una pizza

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¿Con qué razón “coherente” un kiosco en pleno Palermo está cerrado un jueves de verano a las siete y media de la tarde más que por el simple hecho de que el Señor cómico y la mujer mamá de todos que siempre lo atienden decidieron no torturarse con más horas de trabajo que las que el cuerpo tolera? Es que la ciudad está pensada para estar despierta las 24 horas. Y todos nos olvidamos, a veces, de que en el sueño también se vive. Era verdad eso de que la ciudad es otra después de cierta hora de la noche. Porque los citadinos (ciudadanos suena demasiado cívico para hablar de personas de carne y hueso) están distintos. Se sacaron de encima el almidón, que ya no se usa en la ropa, pero sigue estando en la piel.

Y llegás al kiosco que sí está abierto. Y te atiende un señor en silla de ruedas, que tiene mirada de cansancio, de posible enfermedad, pero de amabilidad inapagable. Te comprás dos cigarillos sueltos, aunque sabés que no los querés. Pero estás en la ciudad descontracturada, sin almidón, nadie te va a decir nada!!!! Porque el saludo sigue almidonado. Allá era libre, se veía en la cara y se sentía en la voz. Se decía en confianza, la confianza de un desconocido. Acá, no logra salir del cartón diario (y no hablo de alucinógenos). Ese cartón que nos obligan a usar para seguir un supuesto protocolo.

No hables con extraños. ¿Cómo que no? Si de ellos puedo aprender cada día. Si pueden ser un ejemplo a seguir. O a no seguir. Si en la variedad está el gusto (eso también te lo enseñan y no te explican la contradicción). Y no hay nada mejor que vivir a gusto. Hola….. Qué palabra tan sabia!. Sabe abrirse y darle espacio al otro. Sabe dejarse llevar sin importar el riesgo. Porque sabe que es mucho más lo que se puede ganar que lo que se puede perder. Hola en la calle. Hola en la vereda. Hola en el subte, en el tren y también en tu casa, cualquiera sea el lugar que consideres casa.

Hola Señor cómico. Hola mujer mamá de todos. Gracias por cerrar su kiosco en Palermo un jueves a las siete. No es tiempo de cigarrillos. Es tiempo de pizza con extraños.
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