*
Y claro que tengo cara de aliviada. alivio de un amor que de tan retorcido sólo dolía. las sonrisas se borraban cada vez más seguido ante la realidad de una conexión que no supimos canalizar. no hay culpables porque no hay culpas en la enfermedad de no saber amar.
si nos enseñaron a poseer todo lo que está a nuestro alrededor. si nos creemos dueños de una tierra en la que somos componentes de vida, de un todo que sucede aunque no estemos, pero existe porque estamos para verlo. si nos olvidamos del sentir, de que las palabras fueron creadas para que podamos comunicarnos, pero nunca para suplantar las sensaciones ni las emociones. si tantas veces leímos, escuchamos, dijimos que no alcanza el diccionario para describir lo que sentimos. y sin embargo, pasamos toda una vida tratando de hacerlo.
ya no me interesan las palabras porque sí. es mejor sentir que pensar. y todavía no me sale darle un descanso a mi cabeza en el análisis de cada sensación, de cada decisión.
pero un día, un instante, un segundo, encuentro en mi cuerpo la respuesta a tantas preguntas. no tiene respuesta porque no hay razones para elegir qué vivir. porque si nos dejamos abiertos, la vida nos lleva, nosotros nos llevamos y somos el motor. no hay bien ni mal. no hay si o no. vamos, avanzamos, como flotando sin rumbo al lugar al que tenemos que ir.
*
*
*
De repente siento la imperiosa necesidad de comentar en cada una de las entradas de tu blog. Pero no tendría sentido.
ResponderEliminarDebe tener que ver con las ganas que tengo de decir siempre algo sobre lo que me gusta, pero no siempre es necesario, a veces es mejor dejarlo acá adentro y compartirlo en el silencio, no? No sé, puede ser.
recién leo esto, jeje. no sé, todo puede ser. hacé lo que tengas ganas. a veces está bueno compartir en silencio y a veces están geniales las palabras. para mí que todo igual se comparte
ResponderEliminarmer, sos mer nadal?